jueves, 26 de septiembre de 2013

Aun no me conoces, yo a ti tampoco. Ahora mismo solo mides unos centimetros pero estás lleno de vida. Faltan ocho meses para poder ver como eres, a quien te pareces... Y ya lo estoy deseando. Me pregunto si tendrás los ojos verdes de tu madre o si tendrás el carácter de tu abuela, si serás morena como yo o altísimo como mi hermano, si serás una llorona o una dormilona como yo. Quiero que seas una niña y, si soy tu madrina, te prometo que no te va a faltar cariño y muchos regalitos, te prometo llevarte de paseo y darte el biberón, acunarte hasta que te quedes dormida y dejarte mis lazitos del pelo de cuando era una enana. Me gustaría saber si él va a poder conocerte, si no se va a ir antes de que tu llegues. Ojalá pueda ver tu carita y sonreír como un tonto mirando para ti, una personita tan pequeña que es capaz de sacar sonrisas tan grandes. Espero que conozcas al abuelo y que te cuente las mismas historias que nos contaba a nosotros. Yo creo en los milagros, porque vi uno. Vi como ella, que estuvo tirada en una cama llena de tubos por todas partes y respirando gracias a una máquina, ahora lleva una vida dentro. Mientras no llegas, yo estoy aquí preparando tus vestiditos y tu mantita rosa.

TANIA.

No hay comentarios:

Publicar un comentario